Cada niña pequeña espera con ansias el día de su boda. No
pueden esperar para conocer al príncipe azul que logre enamorarlas. Pero
conforme crecemos, las mujeres comprendemos que nadie es perfecto. Tus sueños
de casarte con el príncipe azul se desvanecieron tan pronto como la película
terminó y, entonces, en lugar de buscar al hombre perfecto, buscas al que es
perfecto para ti.
Conforme buscas al hombre ideal, intentas dejar pasar
algunos defectos de personalidad, para enfocarte en las cosas positivas. Esto
es bueno, demuestra que no eres superficial. Sin embargo, a pesar de lo
superficial que puede sonar, hay algunos hombres que deberías sacar de tu lista
de citas.
1. El alérgico al compromiso
¿Al final atrapaste al chico a quien todas las mujeres
querían? Bien, te tengo noticias: solo porque al final decidió esmerarse e
involucrarse, no significa que en verdad se comprometa. Si solía ser alérgico
al compromiso, tal vez aún lo sea y siempre estarás preguntándote en realidad
qué tan involucrado está en la relación.
2. El rebelde
Muchas mujeres se sienten atraídas por el chico malo. Hay
algo de misterio y de romance en él. Pero muchas veces el rebelde en la
sociedad es un rebelde en el matrimonio. Muy pronto lo descubrirás rebelándose
contra ti.
3. El narcisista
Narciso era una figura mitológica griega, alguien que era
tan bello, que se enamoró de sí mismo; pero debido a que no podía alejarse de
su imagen en el agua, al final se ahogó. Una persona narcisista está tan
convencida de su grandeza, que no ve sus defectos. Casarse con un narcisista es
involucrarse en una relación unilateral. Siempre están intentando jactarse de
su propia grandeza, con frecuencia a expensas de otros.
4. El controlador
A todos nos gusta hacer las cosas a nuestra manera.
Desafortunadamente, debido a que los hombres están socializados para expresar
hostilidad o enojo cuando no obtienen lo que desean, un hombre que es un
controlador puede con frecuencia volverse intimidante y abusivo (física o
mentalmente).
5. El sabelotodo
Es una buena idea casarse con alguien por su inteligencia,
pero ten cuidado porque puedes terminar casada con un sabelotodo, y siempre
sentirás que estás equivocada, aún si es solo una opinión.
6. El niñito de mamá
Seguramente has escuchado que "la manera como un hombre
trate a su madre, es la manera en que te tratará a ti", así que busca al
chico que está cerca de su mamá y pasa mucho tiempo con ella. Pero ten cuidado,
si está demasiado cerca, te encontrarás casada con su madre también. Si lo
haces, mejor acostúmbrate a escuchar, "Mi madre lo hace de esta
manera", ya que su madre será la consejera de su matrimonio.
7. El niño bonito
Si eliges este tipo de hombre, acostúmbrate a pasar tus
fines de semana en el centro comercial buscando nueva ropa, en lugar de ir a la
práctica de soccer. Pero al menos tendrás una casa y carro bonito (aunque no
puedas pagarlo).
8. El pusilánime
Como mencioné antes, a todos nos gusta hacer las cosas a
nuestra manera, así que cuando encuentras a un hombre que te permite hacer lo
que tú quieras y no se queja de ello, lo quieres atrapar. Pero después de un
tiempo, terminarás tomando todas las decisiones y entonces empezarás a
quejarte, porque no tiene carácter.
9. El macho
Este chico habla de deportes, cerveza y de caza todo el
tiempo. Por supuesto que es fuerte, pero mejor prepárate para cambiar todos los
pañales y hacer todo el trabajo en casa; olvídate de que te regale algo lindo
en San Valentín porque los "hombres de verdad" no hacen esas cosas de
debiluchos.
10. El fanático del gimnasio
¿Quién no quiere a un hombre con abdomen de lavadero y unos
brazos lindos? Pero a pesar de sus atributos físicos, podrías descubrir pronto
que el gimnasio le roba una exorbitante cantidad de tiempo familiar y te
encontrarás usando frases como: "¿Rompiste tu récord personal,
Cariño?" Pero lo más importante, un hombre que permite que el gimnasio
arruine su vida, ha permitido que el sirviente mande en su casa y pronto
descubrirás que sus prioridades están fuera de balance.
También estos tipos de hombres no pueden ser tu pareja:
Ni los hombres, ni las mujeres somos perfectos. Estamos lejos de serlo. Todos estamos llenos de defectos y pasamos por momentos en los que realmente somos complicados de aguantar hasta para las personas que más nos quieren. Sin embargo, hay rasgos de la personalidad que pueden resultar altamente contraproducentes para las relaciones afectivas que van más allá de una serie de momentos puntuales.
El problema viene dado por dos realidades: nunca terminamos
de conocer del todo a una persona y las personas cambian. Un hombre puede
resultar absolutamente encantador en un comienzo, pero quizás luego tengas que
preguntarte a dónde ha ido ese príncipe azul. O al contrario: alguien puede
parecerte completamente aburrido y, con el tiempo, encuentras en él un encanto
escondido.
Lo que sí es cierto es que algunas personas tienen una
manera de relacionarse con su afectividad y con la del resto muy desadaptativa.
Quizás no pueden amar, o no toleran ser amados, o están atrapados dentro de su
propio infierno de culpa, resentimiento o temor. En esos casos, salvo que obres
un milagro la relación terminará fracasando. Así, a continuación te presentamos
a tres tipos de hombres que es mejor que mantengas alejados de ti.
1. Los hombres que van de un extremo al otro
Son ese tipo de hombres que pasan de la mayor ternura a la
máxima agresividad, en muchas ocasiones sin que haya hechos que ameriten este
cambio. Nunca te explicas realmente qué pasó. Simplemente, un día se muere de
amor por ti y te llena de halagos y caricias, pero al día siguiente te rechaza
de una manera ácida y, a veces, cruel.
Suelen ser impulsivos. Sin darte cuenta cómo, empiezas a
experimentar una profunda ambigüedad frente a ellos. Te derrites cuando están
en su faceta amorosa. No puedes imaginar a un hombre más afectuoso y dedicado
que él. Sientes que lo adoras y que es el gran amor con el que has soñado.
Después, cuando despierta esa especie de monstruo que lleva dentro,
experimentas todo lo contrario: rechazo y hasta odio por su inestabilidad o
miedo porque te resulta impredecible.
Este tipo de hombres son agotadores emocionalmente. Tienen
un profundo conflicto consigo mismos, que no han superado. Son bastante
egocéntricos y por eso no tienen en cuenta los efectos que causan en ti. Lo
cierto es que no están listos para tener una relación afectiva contigo, ni con
nadie.
2. Los hombres que tienen por costumbre mentir
Hay muchas formas de mentir. La más obvia es hablar acerca
de hechos o situaciones que jamás han ocurrido. Pero vivir en función de
aparentar, prometer y no cumplir, acomodarse a circunstancias con las que no se
está de acuerdo, también son manera de incurrir en la falsedad.
Al mentiroso generalmente se delata, no por la forma que te
miente a ti, sino por cómo lo hace con los demás. Si lo hace con otros, ¿por
qué no iba a hacerlo contigo? Muchas veces esas mentiras no son fáciles de
detectar, porque hay hombres que son verdaderos profesionales de la simulación.
De ahí que sea tan importante que nos fijemos en cómo se comporta con los
demás.
Alguien que miente constantemente va a hacer imposible que
crezca la confianza en la relación. Pronto te verás a ti misma haciendo
pesquisas exhaustivas para atraparlo. O husmeando en sus cosas para ver si te
engaña. Con los hombres compulsivamente mentirosos es imposible construir una
relación que valga la pena.
3. Los hombres que te hacen sentir inhibida
Son esa clase de hombres con los que sientes como si todo el
tiempo estuvieras pisando cáscaras de huevo. Suelen ser muy críticos con lo que
haces, o dices, e incluso con la forma en la que vistes. Este rasgo es propio
de quienes tienen mucho éxito o dinero y buscan simplemente una compañía que se
comporte tan y como ellos quieren.
Lo cierto es que siempre te sientes evaluada y,
generalmente, descalificada. Piensas cada cosa veinte veces antes de decírsela.
Mides muy bien la forma en que te comportas cuando él está contigo y permaneces
en una actitud tensa, que no te deja ser espontánea. De pronto, te vuelves una
persona muy silenciosa cuando estás en su presencia; o hablas, pero siempre
estás atenta a la expresión que tenga frente a tus palabras.
En los casos más extremos, estos hombres controladores y
narcisistas, también terminan siendo violentos. Creen que el mundo y todas las
personas, especialmente su pareja, deben comportarse como a él se le ocurre que
deben hacerlo. Lo suyo es la intimidación, bien sea con sutiles juegos
psicológicos o con coacciones físicas directas. Con esta clase de hombres jamás
podrás ser feliz.
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