Muchas veces ocurren circunstancias que una amistad pero, si
es verdadera y se tiene fe en mantenerla, nada ni nadie puede acabar con ella.
La amistad es una relación afectiva entre dos o más
personas. La amistad es una de las relaciones interpersonales más comunes que
la mayoría de las personas tienen en la vida. La amistad se da en distintas
etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La
amistad nace cuando las personas encuentran inquietudes y sentimientos comunes
al igual que confianza mutua. Hay amistades que nacen a los pocos minutos de
relacionarse y otras que tardan años en hacerlo.
Puede haber relaciones amistosas donde interviene una
persona y otro tipo de personalidad o de una forma animal. Por ejemplo, algunas
personas catalogan como amistad a su relación con un perro, no en vano a este
último se le conoce como «el mejor amigo del hombre»
La amistad puede surgir entre hombres y mujeres, novios, esposos, familiares con cualquier clase de vínculo, personas de distintas edades, religiones, ideologías, culturas, extracción social, etc. Incluso, una amistad se puede establecer entre un ser humano y un animal; no por nada el perro es el mejor amigo del hombre.
Hay amistades que han pasado por momentos complicados, pero
la fe en el cariño que se tienen los ha vencido. Así que ahora entendemos: las
relaciones verdaderas pueden tambalearse a causa de las circunstancias pero, al
final, nada ni nadie puede con ellas. Pueden tener un espacio de pausa, pero
después la melodía sigue: más fuerte, más enérgica y con más ganas.
Relaciones de amistad pueden nacer en los más diversos
contextos y situaciones: el lugar donde vivimos, el sitio donde trabajamos, la
escuela, la universidad, fiestas, reuniones, el café que frecuentamos, a través
de otros amigos, redes sociales, etc.
Las amistades, no obstante, tienen diferentes grados de
compenetración. Desde los amigos con quienes sentimos relaciones más lejanas,
hasta aquellos con quienes el trato es tan estrecho que los consideramos
“mejores amigos”, otorgándole a la amistad un grado de superioridad sobre las
otras.
La amistad no solamente surge con quienes tenemos más
afinidades en cuanto a gustos e intereses, o con quienes tenemos más parecido,
sino que puede aparecer entre personas muy dispares. De hecho, a veces ese es
un factor que fortalece la amistad, pues una buena amistad complementa y
enriquece a la persona, no solo en el intercambio de ideas, información y
sentimientos, sino también en el hecho de compartir los buenos y malos momentos
de la vida.
El Día Internacional de la Amistad
El Día Internacional de la Amistad fue designado, desde el
año 2011, el día 30 de julio por la Asamblea General de las Naciones Unidas
para rendirle homenaje a este tipo de afecto fundamental para la humanidad. No
obstante, la propuesta de instaurar un día para festejar la amistad se origina
en Paraguay, en el año 1958, y es planteada por la Cruzada Mundial de la
Amistad.
Sin embargo, la fecha varía dependiendo del país donde nos
encontremos. En algunos lugares, como Ecuador, El Salvador, Guatemala, México,
República Dominicana y Venezuela se celebra el día 14 de febrero, conjuntamente
con el día de San Valentín. En el Perú, se celebra el primer sábado de julio,
mientras que en Colombia es el tercer sábado de septiembre, y en Chile el
primer viernes de octubre. Bolivia, por su parte, lo festeja el día 23 de
julio, y Argentina, Brasil y Uruguay prefieren hacerlo el día 20 de julio.
En este sentido, una de las propuestas más conocidas para
celebrar el día del amigo es aquella lanzada por un argentino planteando
instituir el día 20 de julio, en conmemoración de la llegada del hombre a la
Luna en el año de 1969, debido a la importancia que ese evento constituía para
el acercamiento de todas las personas en el planeta
La amistad verdadera
La amistad verdadera ha pasado a convertirse en un tema
utópico en este mundo globalizado, de relaciones basadas en la inmediatez y la
superficialidad, donde las personas cada vez más son incapaces de poner de lado
sus intereses y construir realmente un vínculo de amistad duradero y sólido.
Cuando hay una verdadera amistad, los amigos se reconocen
entre sí como “mejores amigos”. El mejor amigo es alguien cuyo nivel de
lealtad, atención, cuidado y cariño es superior al habitual en el grueso de las
relaciones de amistad. Mayoritariamente, las mujeres tienden a utilizar la
expresión de “mejor amiga”, no obstante, ambos sexos tienen sus mejores amigos,
que son aquellos con los que se cuenta para toda la vida y que están presentes
en todo momento.
Amigos con derecho a roce o con beneficios
El concepto de amigos con derecho a roce, con beneficios o
simplemente con derecho, es aquel utilizado para designar las relaciones que se
dan entre los hombres y las mujeres, y también entre personas del mismo sexo,
donde se tiene un nivel envolvimiento, compenetración e intimidad superior al
de la amistad y el afecto, y que, en este sentido, pasa a ser una relación de
tipo amorosa y sexual, donde las personas son amigas y amantes, para evitar los
compromisos de tipo social que la formalización del noviazgo implicaría.
En muchos casos, este tipo de amistades puede pasar al
noviazgo e, incluso, al matrimonio.
El valor de la amistad
Gracias al maravilloso valor de la amistad: esa sensación de
felicidad y orgullo que recibes al cultivar algo eterno, puro y sincero. Porque
sí, nunca habrá un lazo tan único como aquel que se mantiene tras kilómetros de
distancia, tras años de vida que comienzan en la infancia o tras encontrar en
él una familia.
Hemos vivido de todo y nos han pasado millones de cosas. Sin
embargo, el valor de la amistad es justamente compartir experiencias y
conocimientos vitales: no puede existir por separado y se potencia en conjunto.
“Sin darse cuenta, se habían dado la mano y escuchaban
encantados en silencio. Cada uno de los dos sabía que el otro sentía lo mismo
que él: la alegría de haber encontrado un amigo”
Los lazos que se unen honestamente no deben romperse.
Contigo se potencian mis ganas de que un lazo que se ha
unido honestamente no se rompa nunca. Tú y yo conocemos mejor que nadie que no
fue fácil salir airosos de aquel bache que tuvimos. Sin embargo, aquí seguimos,
agradeciendo a la vida que nos mantenga del mismo lado.
Enfados, rabietas, malentendidos, pequeñas mentiras sin
mucha importancia, sin intención de causar dolor o hacer daño. Con el propósito
de proteger a la otra sobre el fino cable de equilibrio de la vida. Somos
humanas y adultas, así que es normal que hayamos experimentado todo eso. Lo
bueno es que a pesar de ello hemos aprendido a seguir adelante, juntas.
“Nuestra tarea más difícil como amigos es ofrecer
comprensión cuando no entendemos”
¿Recuerda cuando toca afrontar esa trágica noticia? Lo
hacemos unidas y de la mano. Atravesamos la tormenta y nos sentimos más fuertes
por tenernos la una a la otra o el uno y el otro.
Y es que me has enseñado que el perdón por encima de
deslices que no quisieron hacer daño, aunque lo hicieran. Me has transmitido
que el cariño puede más que el reproche, que la empatía es más fuerte que el
orgullo y que en la amistad la separación es un espejismo.
Tener un amigo también es serlo
Es posible porque es verdadero y no se ha perdido la fe.
Además, sé que una de las claves para que sea así es que sabemos ser amigas de
nosotras mismas, pues no se puede ser amigo de alguien si no se es primero de
uno mismo.
Tener un amigo también es serlo, contigo y con el otro. Eso
es lo que se nos da tan bien. Es decir, eres amiga de ti misma, esperas que yo
sea tu amiga y no te olvidas de serlo conmigo: la reciprocidad en ti y en mí es
especial.
“Un amigo es una de las cosas más bonitas que puedes tener y
una de las mejores cosas que puedes ser”
En la Biblia se encuentran historias de admirar de amistad
Se recogen narraciones en las escrituras sagradas acerca de
relaciones amistosas como, por ejemplo: Ruth y Noemí, David y Jonatán, Pablo y
Bernabé.
El bálsamo y el perfume alegran el corazón; los consejo del
amigo alegran el alma. (Proverbios 27:9)
Dos son mejor que uno, porque sacan más provecho de sus
afanes. Si uno de ellos se tropieza, el otro lo levanta. (Eclesiastes 4:9-10)
ȃste es mi mandamiento: Que se amen unos a otros, como yo
los he amado. Nadie tiene mayor amor que
éste, que es el poner su vida por sus amigos.Ustedes son mis amigos, si hacen
lo que yo les mando. Ya no los llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que
hace su señor; yo los he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi
Padre, se las he dado a conocer a ustedes. (Juan 15:12-15)
“Un amigo es una de las cosas más bonitas que puedes tener y una de las mejores cosas que puedes ser”
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