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jueves, 18 de mayo de 2017

"CLAVES DEL ÉXITO"

¿Cuántas veces a lo largo de tu vida has utilizado la palabra éxito? ¿Cuántas veces te has referido a esta palabra como algo que deseas, envidias o que es parte de ti? Pero, ¿cómo defines la palabra éxito?


Todo el mundo lo quiere y muy pocos lo consiguen. Parece adivinanza y es curioso pensar que nos referimos a una palabra que tiene distintos significados para cada persona. La hemos clasificado en éxitos profesionales, familiares, escolares, sociales, financieros etc.

Es muy difícil o casi imposible llegar a un objetivo si es que no lo tenemos claro. Lo primero que tienes que hacer para ser exitoso es saber con seguridad qué es el éxito para tí ¿Es acaso el éxito un objetivo en Tu vida?

El éxito de una persona se asocia a la capacidad de alcanzar todas aquellas metas propuestas. Ser exitoso es una cuestión personal porque los objetivos y metas dependen de motivaciones, intereses, principios y valores propios de los individuos.

El individuo realmente exitoso no es exitoso sólo por momentos o en situaciones de triunfo. Una persona exitosa siente esta paz y esta autosatisfacción en momentos de dolor, fracaso, rechazo y frustración, se mantiene firme, determinado y perseverante ante sus objetivos sin importar lo adverso de las circunstancias externas. Para este tipo de personas el fracaso es la mejor oportunidad de crecer y de aprender y saben que cada fracaso les acerca a la meta que se han propuesto. En las artes marciales la mejor manera de aprender a subir la guardia en un combate es recibiendo patadas.

“El éxito es la paz mental, es la autosatisfacción de saber que haces lo máximo para llegar a ser lo mejor que eres capaz de ser”


CLAVES DEL ÉXITO:
Rasgos de las personas exitosas

Los triunfadores en diversas áreas de la vida pueden parecer diametralmente opuestos. Cada uno tiene su personalidad, preferencias, intereses, motivaciones, etc. Entonces, ¿cómo podemos agrupar las claves del éxito?

Aunque estas personas hayan cumplido sus metas de diferentes formas, todos perseguían un sueño e hicieron todo lo posible con lograrlo. Puedes seguir las pautas que expondremos a continuación para alcanzar cualquier meta.

Adaptando estas recomendaciones a tu vida estarás preparado para lograr lo que te propongas, independientemente de si quieres aprobar todo, rescatar tu negocio o superarte en tu vida personal. ¿Estás listo para sobresalir?

1. Siente pasión por lo que haces

A veces el motivo que impulsa a la gente a buscar el éxito es meramente económico o consiste en adquirir un mayor estatus. Es indudable que esto conduce a algunas personas a tener un buen sueldo y una vida acomodada. Pero con esa actitud nunca serán pioneros en algo, ni siquiera lograrán disfrutarlo si no están locamente enamorados de sus metas.

2. Ten claras tus metas

Es preciso que antes de actuar pensemos con precisión qué queremos conseguir. Nos dan este consejo desde pequeños y ya lo hemos escuchado muchas veces. No obstante, es necesario que lo interioricemos bien porque si no sabemos cuáles son nuestros objetivos es probable que perdamos el tiempo y nos desviemos de nuestro fin.

Un buen hábito, o clave de éxito, para no perder de vista nuestros propósitos es apuntarlos en un lugar visible. El soporte en el que lo hagamos depende de nuestras preferencias, podemos tener una pizarra en casa, dejarnos notas, hacer mapas conceptuales en un diario, etc. Lo primordial es que dirijamos nuestra energía hacia la estrategia que debamos trazar.

3. Sé organizado

Si somos la típica persona que siempre pierde todo o llega tarde a todas partes, deberemos hacer más sacrificios que las que nacieron con una agenda bajo el brazo. Sin embargo, es posible adquirir costumbres que logren expandir nuestro tiempo.

No es preciso que sigamos un rígido horario, pero dedicar un tiempo a pensar cuáles son las tareas que tendremos que realizar a lo largo del día y calcular aproximadamente el tiempo que tardaremos, contribuye a que aumentemos nuestra productividad.

4. Trabaja duro

Esforzarse es una de las claves del éxito, evidentemente. Pero no es tan “sencillo” como emplear una cantidad inmensa de horas en las funciones que nos ayuden a cumplir nuestros objetivos. Es necesario que dedicar el tiempo a tareas útiles y es imprescindible una adecuada planificación para lograrlo. También es vital apoyarse en un buen equipo y saber relacionarse con él.

Las noches en vela, los sacrificios o las continuas repeticiones y modificaciones son habituales para las personas que persiguen sus sueños. No podemos dejar que la perseverancia y la tenacidad nos abandonen nunca. Aún así, es preciso recordar que es mejor trabajar de forma inteligente que hacerlo simplemente a destajo.

5. Descansa

Es tan relevante saber trabajar como descansar adecuadamente. Todos hemos advertido cómo se desploman nuestros párpados cuando llevamos demasiadas horas pegados al portátil o ante un libro soporífero. Aunque la tarea que estés realizando sea apasionante, no hacer las pausas necesarias es totalmente contraproducente.

Es primordial que vigilemos atentamente nuestra salud mental y sepamos cuáles son nuestros límites para no quedarnos en el intento por agotamiento. Para que el tiempo que dediquemos a nuestro objetivo sea productivo debemos invertirlo cuando estemos en las mejores condiciones. Es decir, si llevas dos horas contemplando el mismo folio en blanco, ha llegado el momento de echarte una siesta o dar un paseo.

6. Cuídate

Prémiate cada vez que consigas algo relevante. Por ejemplo, si estás deseando aprobar una asignatura y el profesor te felicita por un examen parcial, recompénsate con un capricho que lleves un tiempo deseando como una buena merienda o ver tres episodios seguidos de tu serie preferida. Reconocer tus triunfos elevará tu autoestima y también tu autoeficacia. Asimismo, te sentirás más feliz y motivado para continuar haciendo un gran trabajo.

Igualmente, mantén hábitos saludables. Duerme bien, vigila tu alimentación, haz ejercicio, no te dediques al móvil antes de ir a la cama, etc. Puede parecer una obviedad, pero mimarte te proveerá de ánimo y vitalidad para que seas capaz de enfrentarte a cualquier reto.

7. Mejora tu inteligencia emocional

Nos veremos obligados a fracasar una y otra vez si no gestionamos adecuadamente nuestras emociones y comprendemos las de los demás. Tenemos un fuerte instinto gregario y afortunadamente estamos obligados a vivir en sociedad. La ayuda y el apoyo de otras personas es el mejor recurso con el que podemos contar.


Si te consideras especialmente torpe a la hora de predecir e identificar los sentimientos de la gente o te cuesta encontrar una palabra para nombrar tus estados de ánimo, no te alarmes. Es posible poner en práctica técnicas, como dedicar un momento al día para detenernos en lo que hemos hecho sentir a los demás y lo que hemos experimentado nosotros, que mejoren considerablemente nuestras relaciones personales.

8. Conócete bien

La inteligencia intrapersonal, que consiste en saber cómo comprendernos en profundidad, es fundamental para alcanzar cualquier propósito. Ser realista a la hora de autoevaluarnos es uno de los mejores regalos que podemos hacernos. Ejercitar nuestro pensamiento crítico (sin pasarnos) es una elemental para progresar en cualquier área. Por una parte, es importante no ser demasiado duros con nosotros mismos y cuidar nuestra autoestima.

Descubrir nuestros puntos débiles puede resultar desagradable, pero es una de las claves del éxito más indispensables. Nos permitirá trabajar para mejorar nuestras habilidades y descubrir estrategias que nos acerquen más a nuestros objetivos. Si no estás acostumbrado a analizarte, puedes establecer un momento al día cada cierto periodo de tiempo para sopesar tus pros y tus contras. Felicítate por tus logros y elabora un plan para avanzar en las áreas que consideres necesarias.

9. Confía en ti

No nos suele gustar la gente arrogante, pero tampoco solemos creer en alguien que titubea a la hora de vender una idea. Ejercita tus competencias comunicativas. Si investigas, practicas y desarrollas un producto, idea o cualquier elemento que valga la pena, tienes todo el derecho del mundo a estar seguro. Y si aún no sabes qué hacer, ten claro que lo importante es la actitud. Nadie nace siendo un triunfador, la autoconfianza es la clave para mantener la motivación y progresar.

10. Eleva tu autocontrol

En ocasiones el miedo, los síntomas del estrés, la pereza o la ira nos invaden y no nos dejan contemplar la situación desde un punto de vista holístico. Es natural que nos bloqueemos un momento ante una adversidad o simplemente por cansancio. Sin embargo, no debemos permitir que algo nos impida avanzar. Es preciso que aprendamos a dominar nuestros pensamientos y nuestra conducta.

 
Acciones que realizamos a menudo, como procastinar o pensar en comentarios que nos han afectado y no nos aportan nada, repercuten negativamente en nuestras tareas. Es muy fácil que caigamos a la tentación teniendo estímulos cerca que nos estorben para concentrarnos. Hace falta mucha fuerza de voluntad para no abrir una tableta de chocolate cuando queremos estudiar o para no acercarnos al móvil si está sonando.

Hay diversas técnicas para incrementar nuestro autocontrol, la idónea para nosotros dependerá de cuál sea el área que deseemos mejorar. Podemos probar técnicas de relajación, evitar distracciones innecesarias, centrarnos firmemente en imaginar las ventajas que tendrá alcanzar nuestra meta y ensayar cualquier truco que favorezca que nos centremos en nuestros propósitos.

11. Sé paciente

No te desanimes si los resultados no se advierten inmediatamente o si te equivocas. De hecho, disfrutarás más de tus logros si no llegan a la primera. El proceso de cumplir un sueño se puede disfrutar de principio a fin, depende de nuestra actitud.

Genios como Van Gogh nunca vieron su triunfo llegar y perseveraron. Afortunadamente, en nuestra época disponemos de más oportunidades para darnos a conocer, como las que nos brindan las redes sociales. Llevar la espera con templanza y calma es una de las claves del éxito principales. Las grandes victorias no llegan con frecuencia en dos días. Si es así, es posible que sean efímeras y banales.

12. Sé humilde

Esta cualidad es indispensable en cualquier fase de la búsqueda del éxito, independientemente de lo deslumbrantes que sean nuestros honores. Un exceso de soberbia puede desmerecer todo nuestro duro trabajo. No vale con la falsa modestia, nunca sabemos de quién podemos aprender algo.

13. Infórmate bien

Es preciso que conozcamos a fondo el campo en el que deseamos triunfar. Por ejemplo, si deseas ser un entrenador de fútbol fantástico y que tu equipo gane la liga, no trabajes hasta la extenuación sin conocer a los grandes maestros de tu disciplina, tu competencia, técnicas de relajación, los hábitos y deseos de tus futbolistas, etc. No dejes de renovar tus conocimientos. 
14. Asómbrate por todo


La curiosidad que sienten los niños ante cada evento de su día a día es algo que no deberíamos perder nunca. No tengas miedo a hacer preguntas (por absurdas que sean). Tal vez descubras la respuesta a tu reto a partir de la duda más inesperada. Puede que pienses que tu sueño es cantar a nivel profesional o ser un gran médico y que tu meta no está relacionada con las matemáticas o la antropología.

Sin embargo, nunca sabemos qué nos va a permitir encontrar la inspiración ni con quién nos tropezaremos gracias a conocimientos en otras disciplinas menos afines a la nuestra. Además, el saber no ocupa lugar. Nos convierte en personas mucho más interesantes y permite que establezcamos asociaciones entre conceptos infinitamente más insólitas y creativas.

15. Consulta la opinión de otras personas

A veces nos centramos tanto en una meta que perdemos totalmente la objetividad al respecto. Es básico alejarse un momento del proyecto y preguntar a gente de diversos perfiles cuál es su valoración de la situación. Es preciso que estemos preparados para encajar las críticas y que solicitemos la ayuda de gente honesta. Asimismo, también debemos saber cuándo es necesario delegar decisiones o tareas en los demás.

16. Dedica tiempo a actividades creativas y gratificantes

Tal vez opines que la creatividad no es tu punto fuerte o que no tienes tiempo para ella. No obstante, concentrarte en realizar un diario gráfico, escribir poesías, crear coreografías para tus canciones favoritas o cualquier actividad similar te alejará de tus problemas cotidianos y desarrollarás tu pensamiento divergente.

Por otra parte, pasar un rato a la semana en un voluntariado o en cualquier tipo de labor solidaria también puede repercutir positivamente en nuestro bienestar general y aportarnos energía. Entrar en contacto con gente que vive una realidad diferente a la nuestra nos aporta una perspectiva novedosa e inspiradora.

17. Cuida tus relaciones sociales

Es imposible vivir aislado en una sociedad tan interconectada como la nuestra. Las relaciones interpersonales son complejas y en ocasiones insatisfactorias. Aún así, tienen más pros que contras. Sin un apoyo sólido no llegaremos a ninguna parte. Luchar duramente por un objetivo implica soledad, pero no se debe perder el contacto con la realidad. Lo mejor de los triunfos es poder compartirlos.
 
18. Vence el miedo a equivocarte

Hace falta mucho valor para tratar de tener éxito. Este camino conlleva desilusiones e innumerables fracasos. De hecho, si nunca has tenido un error, seguramente sea porque no has salido de tu zona de confort. Pensar en qué dicen los demás es contraproducente si nos centramos en los comentarios negativos y nos los tomamos de forma personal.

Las caídas son una parte imprescindible de los procesos creativos porque nos permiten explorar vías que no funcionan y descubrir accidentalmente otras alternativas fascinantes. Asimismo, explorar nuevas técnicas de resolución de problemas te ayudará a evitar errores prescindibles.

La gente que confíe en tu proyecto valorará que lo hayas intentado y seguirá apoyándote si muestras que estás dispuesto a ir a por todas. En cuanto a la gente que se dedica a criticar con malas intenciones o por aburrimiento, no merece que te afecten demasiado sus palabras. Es vital analizar tanto los comentarios positivos como los negativos, pero también saber cuándo descartar los pensamientos que no nos aportan nada.

19. Recuerda que tú eres el responsable de tus acciones

No puedes controlar todas las variables que van a afectar a tu trabajo o las que repercutirán en tu situación. Pero sí puedes escoger tu actitud. Echar la culpa a terceras personas por los fracasos sólo empeora nuestros resultados y aumenta nuestra tensión. Tú tienes el suficiente poder para dominar tus acciones, emociones y pensamientos si realmente estás dispuesto a alcanzar tus objetivos.

20. Haz más de lo que esperan de ti

Demuestra lo que vales. No se sobresale buscando soluciones que sólo sean correctas. Actualmente la competencia es aplastante en la mayoría de los campos y en estos casos “más es más”. Si de verdad te interesa un puesto, una relación o deseas destacar en tu cualquier área, aporta pruebas de que no eres uno más.

Por cierto, también es importante no confundir cantidad con calidad. Analiza en profundidad lo que ha hecho tu competencia o lo que se supone que debe hacer y trasciende cualquier límite. Y si tu trabajo no es valorado, guárdalo, tal vez te hayan hecho un favor y puedas lucirlo en otra ocasión.


No todo el mundo te va a querer, y si eres exitoso, habrá quienes te odien sin conocerte.

No se trata de ser feliz cuando seas exitoso, se trata de ser feliz mientras lo consigues.




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