¿Nunca has visto tu vida como una montaña rusa? Bueno, este artículo te ayudará a comprender las razones de tus sufrimientos y aprenderás a fortalecerte en medio de la dificultad.
No hay edad, estrato
social, profesión o riqueza que defina el por qué algunas personas experimentan
gran dolor, la vida se encarga de someternos a prueba, angustias, lágrimas y
tristezas. Estas experiencias en mi humilde opinión lo que provoca en cada uno
es que nos pasen por lima, es decir arranquen de nosotros caparazones, y nos
pulan para que de esta forma nos “veamos más bonitos”, más sin embargo no se
puede descartar la desesperanza, la frustración, el dolor, la depresión y las
grandes soledades que se viven en cada parte de este proceso.
Cuando se toca fondo...
Es una expresión muy
común, cuando alguien ha pasado por una etapa muy difícil en su vida y se resiste
a recuperarse, ya sea por alcoholismo, drogas o relaciones violentas o
cualquier otro tipo de adicción. Cuando ha llegado al límite de su resistencia
y decide verdaderamente cambiar el rumbo de su vida se dice que toco fondo, más
bajo no puede caer y es cuando viene el renacimiento de su propia vida y su recuperación
total. Es muy difícil llegar a este punto pero cuando se llega se compone la
vida.
Pasar por una de las
peores crisis de la vida, o experimentar un momento sumamente difícil, hay
casos en donde surge la resistencia a salir adelante, y para otros es el
momento en donde lo único que queda es avanzar hacia arriba. Por lo regular es
una etapa en donde reconocer se convierte en el primer avance de salir de esa
situación, pero generalmente es difícil entender el momento y nos frustramos
más al ver que no surgimos en medio de esta.
El tocar fondo es
necesario para aprender y ser mejores, limar las asperezas solo traerá como
resultado personas más firmes emocionalmente, con más experiencias que
compartir y con gran sentido de entender la vida y a las personas, son más
humanas, y más sensibles. Lo más importante de tocar fondo no es la situación
en sí, sino que decidimos hacer en el momento de estar allí, mi recomendación
es sal del hoyo, pues la vida continua y como siempre me gusta decir, los
tiempos malos son momentáneos dependerá de nosotros el tiempo que transcurramos
en ellos, pero siempre la decisión estará en nuestras manos, la asimilación del
problema, el reconocimiento y el buscar el camino más apropiado nos dará
motivos para seguir adelante y entender que nadie está exento a esto, pero que
siempre vendrán tiempos mejores.
Siempre hay que ver el lado positivo de las cosas…..
Vas a decir que es de locos o que es una estupidez, pero piensa que tocar fondo es lo mejor que te pudo suceder….
1. Aprendes humildad
Tuve una época oscura en mi vida. De la nada surgió en mí un
sentimiento de orgullo que me hacía sentir superior a los demás. Eso me hacía
creer que era capaz de todo y que todo dependía de mí, por lo tanto, quien
dependía de Dios para sus asuntos era una persona débil de carácter.
A razón de eso, la lección que la vida me puso, hizo que mis
fuerzas espirituales, mentales y físicas debido a mi soberbia se vieran
reducidas a cero. Solo cuando aprendí que debía abandonar ese orgullo y ser
humilde reconociendo mi naturaleza humana, pude volver a sentirme completa. La
verdad, después de eso me sentí mejor que nadie, porque aprendí que jamás he
estado sola y que mis cargas son más ligeras si confío en un poder superior a
mi simple naturaleza humana.
Vivir un intenso dolor te cubre de experiencias que te
servirán de escudo protector ante cualquier situación adversa que se presente.
Te aseguro que luego de eso las tormentas serán menos duraderas, y mientras
dure la lucha, tendrás en tu vida la certeza de que algo muy bueno viene en
camino.
3. Serás un gran ejemplo para los tuyos
Lo digo por mi propia experiencia, ya que la fortaleza con
que las penas de la vida me han recubierto, me ha servido para ser apoyo
incondicional de mis seres amados. Así mismo, puedes enseñar a tus hijos a
través de tu ejemplo y, de paso, permitirles que ellos se caigan y se levanten
para que así aprendan su lección.
Nunca olvides que estás en este mundo —singular parque de
diversiones— para ser feliz. Eso sí, debes tener en cuenta que a veces para ser
feliz es necesario llorar, sino, ¿de qué manera podrías distinguir cuándo eres
feliz y cuándo no?
Finalmente, después
de estar en el punto más bajo, te sientes increíblemente agradecido por todo lo
que tienes de aquí en adelante. Estás seguro de que sólo puede ser mejor y es
así. Cosas sencillas como una sonrisa, comida, tu ropa, tu cama, tu buena
salud, todas esas cosas ahora son un tesoro.
Tu vida se transforma en una constante de gratitud con el universo y
contigo por tener el coraje y la voluntad de seguir adelante después de los
momentos más difíciles que hayas podido tener, escoges VIVIR, cuando podías
haber seleccionado cualquier otra opción, sólo para dejar el dolor y angustia
que la caída te haya podido generar.
A continuación te
presentare unas historias que un joven compartió y que según el vivió en carne
propia:...
Quisiera comenzar con
mi madre, una joven de 17 años que queda embarazada de mi papá cinco años mayor
que ella aun siendo solteros, en aquellas épocas la solución era el matrimonio
y eso fue lo que paso, emprendió su viaje siendo casi una niña con una gran
responsabilidad, nació mi hermana mayor y dos años después nació mi otra
hermana, cuando mi madre me cuenta estas historias me conmueve mucho el
corazón, pues fueron tiempos difíciles, mi padre trabajando y mi madre dedicada
al hogar y sus dos hijas en ese momento; ella relata de ocasiones en que no
amanecía nada en su mesa y mis hermanas aún siendo pequeñas preguntaban por lo
que irían a comer ese día. No sé cómo se las arreglaba mi amado padre, pero
siempre fue y ha sido un hombre responsable, trabajador y de bien, que a pesar
de las carencias y necesidades siempre se esforzó de proveer lo necesario para
mi mamá y hermanas.
Laura una hermosa
joven que conocí en la universidad donde dicto clases compartió su bello
testimonio conmigo, una niña de escuela a quién sus compañeros ofendían por su
peso constantemente, causando en ella un serio problema de identidad y
autoestima. Para Laurita-de cariño le digo así-fue un problema mayor, que la
envolvió poco a poco en una enfermedad muy conocida, la anorexia; y fue así
como sometió su cuerpo a dietas y grandes desórdenes alimenticios, lo que
ocasionó, se llegara a enfermar gravemente. Laura comparte conmigo de su gran
pérdida de peso, de cómo su cuerpo fue perdiendo fuerza, hasta llegar a un
punto en donde comía o se moría. Laura hoy es una mujer hermosa de 1.71m de
altura con un peso ideal quien logró salir de su problema con el reconocimiento
del mismo en primer lugar, y con ayuda de Dios y su familia.
Camila (nombre
ficticio) una mujer ejecutiva, llena de vida, prospera y sana, fue abordada por
tres sujetos en su vehículo, abusada físicamente por los tres, golpeada,
ultrajada y abandonada en un lugar donde nadie entra ni sale. Debido a esta
experiencia cae en grandes depresiones y tristezas, desarrollando temores que
no tenían, mucho dolor, y constantes pesadillas. Hoy día Camila es una mujer
que aún sufre espuelas de aquel suceso pero que se ha levantado con valentía,
estima y lo hizo por su esfuerzo propio y con ayuda de personas que le
atendieron y aconsejaron oportunamente.
Persys una hermosa
mujer de origen chileno, emprendedora, profesional y empresaria, se casa con un
buen hombre y empiezan a construir un matrimonio feliz, en muy corto tiempo se
embaraza y su felicidad trasciende toda expectativa, pero una complicación hace
que pierda su bebé y que además su salud se viera sometida a una cirugía
dolorosa y con posibilidad de perder órganos. Mi querida Persys, recuerdo su
dolor y su tristeza no había palabras que describieran tales sentimientos, como
su amiga pude ser testigo de ese tiempo difícil, momento en que no había una
respuesta para grandes preguntas, y no había un consuelo para tantas lágrimas.
Hoy día Persys y su esposo son padres de dos preciosos niños, sanos y fuertes y
ella una madre feliz.
“Lo más bajo que caes, lo más alto que llegarás.”
Sólo si realmente deseas explorar sin miedos lo más profundo de tu ser, es que verdaderamente puedes salir de allí. Cuando las fundaciones viejas de vida, están totalmente derrumbadas, inicias nuevamente y en terreno sólido.
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