La anticoncepción, contracepción o control de la natalidad
es cualquier método o dispositivo para prevenir el embarazo. La planificación,
provisión y uso de métodos anticonceptivos es llamado planificación familiar.
Los métodos anticonceptivos se han utilizado desde tiempos antiguos, pero
aquellos eficaces y seguros no estuvieron disponibles hasta el siglo XX.
Algunas culturas restringen o desalientan el acceso al control de la natalidad,
ya que consideran que es moral, religiosa o políticamente indeseable.
Algunos métodos anticonceptivos son más eficaces que otros.
La tabla que figura a continuación compara la eficacia de diferentes métodos
anticonceptivos.
La manera más eficaz de evitar un embarazo es no tener
relaciones sexuales. (Esto se denomina abstinencia). Las parejas que tienen
relaciones sexuales deben utilizar métodos de control de la natalidad en forma
adecuada y cada vez que tienen relaciones, para evitar un embarazo.
El control de la natalidad es eficaz únicamente si se lo
utiliza de la manera correcta. Por ejemplo, la tabla indica que píldora
anticonceptiva puede ser muy eficaz para evitar un embarazo. Pero, si una
muchacha se olvida de tomar su píldora, entonces, no se trata de un método
eficaz para ella. Los condones también suelen ser una manera eficaz de evitar
un embarazo. Pero, si un muchacho se olvida de usar un condón, o no lo utiliza
correctamente, entonces, no se trata de una manera eficaz de evitar un
embarazo.
Preservativo masculino
El favorito de los españoles no es, ni de lejos, el más
seguro para no acceder a la paternidad involuntaria. “El condón bien usado es
fiable al 98%. Pero hay que ponerlo antes de que salga nada de líquido seminal,
tener cuidado de no rasgarlo con las uñas, anillos o piercings, retirarlo al acabar
el coito con el pene fuera de la vagina y procurar que no se quede dentro del
conducto vaginal. Todos estos errores suceden y reducen su seguridad real al
85%”, apunta el doctor José Mª Fernández Goya, coordinador del servicio de
Ginecología y Obstetricia del Hospital Nisa Pardo de Aravaca. Advertencia:
cuando se cumplen 5 años desde su salida de fábrica, el látex pierder
flexibilidad y hay riesgo de que se rasgue. Por eso, la cajita de preservativos
que lleva siglos en la guantera no sirve para nada. Lo afirman sus propios
fabricantes.
Anticonceptivos orales
O sea, la píldora. “Requiere disciplina en la toma pero,
bien usada, funciona al 99,7%. Su capacidad real de impedir el embarazo
desciende al 92% porque hay días que se olvida tomarla, no se hace a la misma
hora, se ha vomitado… Hay infinidad de tipos de anticonceptivos orales con
distinta carga hormonal, desde los que llevan estrógenos y progestágenos a los
que solo llevan estos últimos (Desogestrel). Conocidos como minipíldora, son
aptos incluso para mujeres con antecedentes de trombosis a las que antes se les
retiraba fulminantemente”, revela Haimovich. “Una de las ventajas de los
anticonceptivos orales es que alterando mínimamente su toma se puede adelantar
o retrasar la llegada de la regla. Así la mujer puede evitar que le coincida
con un viaje o con ese encuentro amoroso tan soñado”, explica la doctora
Francisca Molero, ginecóloga y directora del Instituto Iberoamericano de
Sexología.
Píldora del día después
Debe utilizarse solo como método de emergencia cuando han
fallado las vías convencionales. O cuando, en el fragor de la batalla, se ha
olvidado impedir que la naturaleza actúe. Pese a la polémica que la envuelve,
la OMS la valora como “anticonceptiva y no como abortiva”. Su acción dependerá
del momento del ciclo: a veces solo impide la ovulación, otras, la anidación.
Evita el embarazo en un 85% de los casos.
Anillo vaginal
Un aro de plástico que se introduce en la vagina y va
liberando gradualmente su carga hormonal. Hay que usar uno nuevo cada ciclo. La
eficacia es idéntica a la de la píldora convencional.
Parche transdérmico
Análogo al anterior: es una especie de tirita cuadrada de
4,5 cm de lado. Va impregnada de hormonas que la piel absorbe poco a poco. “Hay
que aplicarlo sobre la piel bien limpia y sin cremas. De otro modo, acabará
escurriéndose”, sentencia Haimovich.
Progestágenos inyectables
Los hay mensuales o trimestrales y es el ginecólogo quien
valora su conveniencia de uso. Su fiabilidad va del casi 100% en un universo hipotético
de laboratorio al 97% en este mundo.
Diafragma
Especie de tapón de látex o silicona que la mujer inserta en
su vagina para impedir la entrada del esperma al cuello del útero. Conviene
usarlo con espermicida (sustancia que inhibe la actividad de los
espermatozoides). Hay varios tamaños y es el ginecólogo quien determina cuál
conviene a cada paciente. Dificulta el sexo antes de dormir, ya que hay que
retirarlo a las 6-8 horas después del coito. En una Arcadia ideal garantiza un
94% de protección. En este mundo, solo el 84%.
DIU
Uno de los que más leyendas acarrea. Pero ni es abortivo ni
exclusivo para féminas que ya hayan sido madres. “De hecho es excelente como
doble contracepción en adolescentes. El DIU impedirá que se queden embarazadas
sin tener que estar pendientes de tomar la píldora que, por ejemplo, en época
de exámenes es fácil de olvidar”, apunta Fernández Goya. Es un dispositivo
intrauterino que coloca el ginecólogo. Ocasiona cambios en ese órgano que
impiden la gestación. Puede ser de cobre u hormonal. “Este último tiene las
mismas ventajas de otros medios hormonales, como hacer menstruaciones menos
abundantes y menos dolorosas”. Es fiable en más del 99% de los casos.
Espermicidas
Cremas u óvulos vaginales con sustancias químicas que
destruyen los espermatozoides en cuanto apoyan el flagelo en territorio
contrario. Son tan anticlímax como que hay que usarlos 10 minutos antes de la
penetración, es decir, en mitad de los previos. Y son poco seguros en ambos
casos: 18 embarazos usados a la perfección por cada 100 encuentros y 29 en la
vida real. El Ministerio de Sanidad y Política Social lo incluye en el listado
de métodos poco recomendables.
Esponja
Artilugio sintético que se introduce en la vagina antes del
coito. Requiere amplias dosis de optimismo, ya que su eficacia dura 24 horas:
si una confía en que habrá encuentro sexual, puede colocarlo muchas horas antes
y estar preparada para el feliz momento. Suele impregnarse de espermicida. En
mujeres que no han tenido hijos hipotéticamente es eficaz en el 91% de los
casos, aunque, en realidad, la cifra hay que bajarla hasta un 84% en la vida
real, según los expertos consultados. Quienes han sido madres saben que el
conducto vaginal dilata y no vuelve por completo a sus dimensiones iniciales
después del parto. Esto dificulta la efectividad de la esponja: 20 embarazos en
un mundo utópico y hasta 32 en el real.
Preservativo femenino
Funda de poliuretano lubricada que plastifica las paredes de
la vagina y la vulva. Incómodo, pero muy eficaz frente a ETS. Su eficacia va
del 5 al 21%, según el índice de Pearl.
'Coitus interruptus'
¿Es de verdad eficaz? Si se aplica a rajatabla y no llega a
buen puerto ni una gotita fertilizante de líquido seminal, la eficacia es del
96% (solo 4 embarazos de cada 100 mujeres hipotéticas). Ahora bien, ponga usted
a un varón normal a retroceder en los nanosegundos previos a la descarga
orgásmica y tendrá poco más del 70% de fiabilidad (27 embarazos). El Ministerio
de Sanidad también recomienda evitarlo.
Ogino
Probablemente el famoso ginecólogo japonés haya hecho más
por alentar la natalidad que muchas campañas pro bebé. Su sistema, también
llamado el del calendario, se basa en calcular qué días son fértiles y cuáles
no. Estos se deducen restando 18 al ciclo más corto y 11 al más largo. Por
ejemplo, si el ciclo más corto fue de 24 días (24 - 18= 6) y el más largo duró
31 (31 - 11 = 20) los días de mayor probabilidad de embarazo irán del 6-7 al 20
de cada ciclo. Aún llevándolo a rajatabla, el índice Pearl contempla 9
embarazos por cada 100 encuentros. Las razones son competencia de asuntos
internos: variaciones hormonales por estrés, viajes con cambios horarios,
práctica de deporte extenuante…
Temperatura basal
Es dejar el libro de familia en manos de un termómetro. “Se
basa en que, después de ovular, la temperatura corporal sube entre 0,2 y 0,5
ºC, manteniéndose así hasta el final del ciclo. Ese período más cálido del
cuerpo marca también su supuesta época infértil. Aunque parte de un principio
científicamente comprobado, la temperatura corporal puede variar por una
infección, por estrés, por la práctica de algunos deportes… Además, hay que
tomarla siempre a la misma hora, lo cual puede ser complicado en vacaciones o
un día en el que la mujer tiene que madrugar por motivos de trabajo”, explica
el doctor José María Fernández Goy, coordinador del Servicio de Ginecología y
Obstetricia del Hospital Nisa Pardo de Aravaca. En atmósfera de laboratorio es
fiable en un 98%. En la vida real, ¿usted podría firmar que va a tomarse la
temperatura a diario y a la misma hora durante un año y que su organismo no se
va a inmutar por nada? Lo dicho: más de un 20% de fallos. Y el engorro de no
salir de casa sin el dichoso termómetro.
Implica una curiosidad rayando en lo morboso: escudriñar la
textura (densidad, color y opacidad) del moco cervical. Si está jugoso y
transparente, perfecto para lubricar, olvídese: son sus días fértiles. En
condiciones perfectas, asegura un 97% de fiabilidad. Ahora, póngase usted a
supervisar esos fluidos en una mañana de resaca, con prisas o de noche, con
unas copas de más. E ingénieselas para decirle a su pareja que el motivo de su
negativa es que el flujo no está lo suficientemente amarillento como para andar
sobre seguro.
Implante subdérmico
Entra dentro de la categoría de los cómodos a largo plazo
según los expertos consultados. "Es una especie de varilla de unos 4 cm
con un gestágeno [hormona] que va liberándose lentamente", explican. Se
implanta en el antebrazo con una pequeña incisión y su portadora ya puede
olvidarse de ser madre en los próximos 3-5 años. Aquí da igual vivir en un
mundo utópico que en la periferia de una gran capital: su eficacia es cercana
al 100% (solo 0,05 embarazos).
Esterilización masculina y femenina
La ligadura de trompas y la vasectomía son alternativas
definitivas pero pasando por quirófano. Recientemente ha aparecido una nueva
forma de inhabilitación permanente: el Essure, un dispositivo de titanio que se
introduce en el interior de las trompas por medio de la histeroscopia
(herramienta de visualización del útero). "En dos o tres meses provoca una
fibrosis que obstruye para siempre el acceso. Se coloca en una consulta
ambulatoria, sin pasar por quirófano".
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